El agua es hipnótica. Y cuando nos la encontramos en plena naturaleza, acompañada de ese majestuoso y relajante sonido mientras se abre camino, aún más. La fotografía de agua con efecto seda nos permite darle un aire de fantasía a nuestras fotos de agua, consiguiendo una imagen resultante espectacular para mostrar la realidad de una forma diferente a como la vemos con nuestros ojos.
En este artículo te enseño las 5 claves que debes tener en cuenta para conseguir esas fotos con efecto seda que deseas de cascadas o ríos en plena montaña… O incluso en otros escenarios que quizá aún no te hayas imaginado. ¡Empecemos!
1. Utiliza un tiempo de exposición largo
Para hacer una foto y conseguir ese efecto seda en el agua, lo más importante y la base sobre lo que se moverá todo será elegir un tiempo de exposición largo para nuestra foto. Cuanto mayor sea este tiempo, más efecto sedoso conseguirás. Esto es lo mismo que decir que debemos usar una velocidad de obturación lenta.
¿Recuerdas el diagrama que te mostraba en mi artículo sobre hacer fotos congelando el movimiento? Pues bien, esta vez queremos exactamente todo lo contrario. Queremos que ese movimiento del agua quede patente en nuestra foto para crear el efecto deseado.
Un punto de partida, al menos si es tu primera vez, sería empezar con una velocidad de obturación de 1 segundo. No obstante, los resultados empezarán a ser mucho más visibles con velocidades de 4 segundos o más. A partir de ahí, prueba con diferentes velocidades lentas hasta que llegues al efecto que deseas. El efecto conseguido dependerá mucho del tipo de escenario que estás fotografiando. No es lo mismo un lago con unas aguas tranquilas que fotografiar unas rocas en las que se rompen olas generando espuma. Para hacerte una idea, ten en cuenta que algunas de las maravillosas imágenes de cascadas en larga exposición que puedes ver en internet están realizadas con tiempos de exposición de 30 segundos o incluso más!
No te preocupes si en las primeras fotos el efecto no es exactamente el que buscabas o si algunas te salen movidas: Son gratis y son parte del bonito aprendizaje.
2. Utiliza trípode…
…Y si no tienes, no te preocupes porque tenemos alternativas que pueden ser más divertidas que montar un trípode. Busca algún elemento que puedas usar de punto de apoyo en tu escenario: Una roca plana y estable para reposar tu cámara, una barandilla gruesa, un escalón…
Mantener nuestra cámara inmóvil en el momento de disparar la foto es vital para no obtener una imagen movida. Ten en cuenta que cuando previsualices tu foto en la pantalla de tu cámara te puede parecer perfecta y después en casa podrías llevarte una desagradable sorpresa!
Adicionalmente, apúntate este truquito extra: Cuando uses trípode (o, en su defecto, un punto de apoyo totalmente estable), si tu cámara u objetivo tienen estabilizador, desactívalo. De lo contrario, podría serte contraproducente y generarte un pequeño problema en el resultado. Eso sí, al final de tu sesión de fotos con efecto seda, no te olvides de volver a activarlo 😉
3. Baja al máximo el resto de parámetros de exposición
Este punto es consecuencia directa del anterior. Si elegimos un tiempo de exposición largo (o velocidad de obturación lenta), deberemos de compensar toda la luz que va a entrar en nuestra cámara. De lo contrario, obtendremos una bonita foto completamente blanca (no te asustes, nos ha pasado a TODOS).
Así que utiliza el modo Manual de tu cámara y sigue estos dos pasos:
1 – Cierra la apertura del diafragma: Valores f altos, por ejemplo f20 o f22. Ten en cuenta que si cierras el diafragma al mínimo que te permite tu cámara, podrías perder algo de nitidez. Valóralo si te vale la pena (a veces, no tendremos más remedio que hacerlo para evitar el exceso de luz).
2 – Baja la ISO al mínimo que te permita tu cámara: Habitualmente, ISO 100.
4. Elige una hora del día en la que no haya mucha luz
Otra consecuencia de usar un tiempo de exposición largo y que quizá habrás adivinad: La entrada de mucha luz a nuestra cámara.
Cuanta más tenue sea la luz solar, más fácil será conseguir resultados que disfrutemos después.
Dos buenos momentos para hacer este tipo de fotografía son al amanecer o cuando el sol se está poniendo. También podemos conseguir buenos resultados en paisajes boscosos muy sombríos debido a los árboles, o directamente usar esta técnica en fotografía nocturna. Tendremos muchos menos problemas de exposición excesiva y los resultados pueden ser muy atractivos.
5. Un filtro ND de día te puede ayudar
Pero… ¿Qué es un filtro ND?
Vayamos por partes. Los filtros fotográficos son un accesorio que podemos colocar en nuestro objetivo para modificar ligeramente (o no tan ligeramente) la imagen que le llega al sensor de nuestra cámara. Los hay de diferentes tipos. Pero para lo que nos interesa hoy, un filtro ND o de Densidad Neutra lo que hace es muy sencillo: Le quitará luz a la imagen que captará tu cámara. En otras palabras, oscurecerá tu foto de forma homogénea.
Esto puede ser útil o incluso imprescindible para este tipo de fotografía. Como te he comentado antes, al hacer fotografía con larga exposición corremos fácilmente el peligro de obtener una foto totalmente quemada, blanca, inservible… Especialmente, si la hacemos a plena luz del día. Un filtro ND nos quitará pasos de luz cuando nuestra cámara ya no sea capaz de quitarnos más. A la hora de comprar uno, la característica más importante del filtro será justamente el número de pasos de luz que restará a tu cámara: Un filtro ND de 3 o 5 pasos nos quitará una cantidad mediana de luz, mientras que uno de 10 pasos nos quitará muchísima, y por lo tanto será útil para hacer fotos con una muy larga exposición incluso a pleno sol. Como curiosidad, comentarte que también los hay, incluso, regulables.
Si te animas a adquirir uno, recuerda que, independientemente de los pasos de luz del filtro, lo más importante que deberás tener en cuenta es el diámetro de tu objetivo para que sea compatible.
Truco final PRO: Utiliza el disparador automático
Este truco es totalmente opcional, pero también te puede ayudar. Puedes utilizar el temporizador de tu cámara. Lo puedes poner a 2 segundos si te lo permite tu cámara, o a 10 segundos. De esa forma, evitarás el movimiento al presionar el disparador de tu cámara.
Si quieres hacerlo como los más Pros, también puedes hacerte con un disparador automático a distancia. Hoy en día, la mayoría de las marcas de cámaras tienen su propia aplicación de móvil con la que podemos conseguir esto. Con ella, puedes disparar una foto a distancia a través de tu móvil, usando el WIFI o el bluetooth para conectarte a tu cámara. Como te decía, lo que evitaremos con esto es ese pequeño movimiento que podemos crear en el momento de pulsar el disparador.
Un resumen para hacer fotos con efecto seda…
En definitiva, las tres ideas básicas que deben de quedarte en la cabeza para conseguir un buen efecto seda son éstas:
1 – Tiempo de exposición largo (más de 2 segundos)
2 – Cámara inmóvil (totalmente!)
3 – Compensar el exceso de luz con el resto de parámetros, la hora del día o con un filtro ND
¿Conocías estas claves para hacer fotos con efecto seda? ¿A qué esperas para probarlo en tu playa, río o fuente más cercanos y sorprender a todos en tus redes sociales? 😉
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